viernes, 6 de agosto de 2010

Un renovado dialogo para seguir cooperando por la dignidad



Agareso ha regresado a sus raices. Un lugar donde registro sus primeros minutos, iluminado una realidad necesitada de un intenso foco para ser divisada por diferentes sociedades y, de esta forma, despertar un aletargado espiritu solidario. Un mision inacabada porque los problemas sociales que rodean a la mujer marroqui persisten y se revuelven para no extinguirse. Este reencuentro ha servido para fortalecer los lazos de union, gracias a un renovado dialogo que permitira seguir cooperando por la dignidad.
Se ha logrado integrar a la asociacion Atawassoul en una red de proyectos que serviran de plataforma de visibilizacion y sensibilizacion sobre diferentes contextos sociales dirigidos al mundo universitario gallego.
Produccion: Rocio Cadahia
Camara, realizacion y montaje: Antonio Grunfeld

Brùjulas sociales orientadas en la direccion del viento mas favorable

Rocío Cadahia/Juan de Sola.- Una red sólida de proyectos sociales es uno de los principales esfuerzos que la expedición de Agareso está granjeando en el norte de Marruecos. La disposición de las organizaciones sobre terreno es máxima, y el entendimiento ofrece grandes avances para compartir la construcción de un gran puente de solidaridad entre las dos orillas.

La ONG Agareso acaba de cerrar un importante convenio con la Universidad de Santiago de Compostela. El objetivo es aproximar, acercar y formar a los estudiantes de la Facultad de Xornalismo en una comunicación social comprometida. Para ello, las acciones previstas serán enmarcadas en un Seminario que un amplio equipo diseña en lo teórico y práctico para abordar el próximo curso académico 2010/2011.

Tanto un aspecto como otro se necesitan. Algo parecido sucede con un determinado proyecto y sus actores principales. Son líneas paralelas que convergen con frecuencia sin riesgo de colisión.
Asociaciones como Atawassoul (contraparte de Amarante), Ahlam (contraparte de ACPP), 100% Mamans o Sueños (contrapartes de Agareso) han ofrecido el mejor semblante ante un proyecto de futuro.

La intervención social en diferentes ámbitos hará posible presentar, dentro de una misma realidad, distintos contextos donde se proyecta una solidaridad bien entendida. El campo de los Derechos Humanos, Igualdad, Inmigración, Educación o Sanidad forman parte del mapa en el que operaran como Médicos Residentes los futuros comunicadores, sensibilizados con las iniciativas de esta tipología.

Es cierto que la voluntad de la USC (Universidad de Santiago de Compostela) y Agareso es básica. Pero, más imprescindible es la arquitectura que este proyecto lleva aparejado a este lado del estrecho.
Los diferentes ‘perfiles’, que hacen posible esta evolución en positivo, han asumido de nuevo el rol de convertirse en la fuerza motriz. Esa especie de inercia que alguien provoca con la fuerza de sus músculos más en forma.

Los ‘perfiles del estrecho’ nos recuerdan porque estamos aquí, y como hemos llegado. No olvidar cual ha sido el camino o caminos escogidos, es tener presente unas raíces que proporcionan dignidad a cualquier intención de continuar contando quien y como ingenia un cambio social.

En este caso, hay figuras imprescindibles en esta propuesta de desarrollo y sensibilización. Continúan demostrando la maestria de como leer una carta de navegación para no perdernos en el estrecho (Esto puede tener unas pesimas consecuencias que vulneran los DH. Aportaremos un relevante caso real, en dias sucesivos, para argumentar esta minúscula reflexión). Son esos nombres propios que, poco a poco, irán asomando la cabeza con una mirada limpia y transparente en este espacio de retrato y dibujo social. Palabras e imágenes que marcaran, a fuego lento en la piel de la sociedad, “unos cambios que ya tienen una selecta colección de brújulas de precision; orientadas en la dirección del viento social más favorable”.

Fotografia: Antonio Grunfeld

jueves, 5 de agosto de 2010

CONTRAPORTADA:Desmontando tópicos

Rocio Cadahía/Juan de Sola.- La ciudad de Tánger se muestra ante nosotros bulliciosa, industrial, urbanizada y sonámbula desde los primeros momentos.

Las impresiones iniciales quizás no impresionan tanto como cabría esperar…los velos de algunas mujeres, algún descampado ruinoso en medio de un desarrollo urbanístico creciente, que al parecer, ha cruzado el estrecho desde hace ya algunos años.

Marruecos poco a poco se desnuda, se despoja de ornamentos y nos muestra su cara más real, aquella que irremediablemente está vetada para la mayoría de los españoles, que como turistas, se acercan a estas costas.

Sólo la convivencia y la inestimable guía de nuestros anfitriones, Hamishi y Lamia, una pareja de activistas en pro de lo derechos humanos que viven y trabajan en Tánger, consigue el milagro de destruir los tópicos de toda una vida en apenas 24h.

Un día en Tánger y la palabra marroquí cambia de tono. Cambia de entonación y de significado. Cambian las miradas y cambiamos nosotros en búsqueda de lo que nos une a nuestros vecinos de estrecho. Tan cerca y tan lejos.

Nos quedan nueve días para desentrañar los perfiles de personas que luchan desde su tierra por su tierra, que poco a poco y sin prisa, como se hacen las cosas por aquí, construyen un tejido social de solidaridad activa en un país en el que a veces dar la cara, resulta complicado.

Fotografía: Antonio Grunfeld

miércoles, 4 de agosto de 2010

Un perfil de cambio en pleno aterrizaje

Rocio Cadahia/Juan de Sola.- Han cambiado cosas. No se puede entonar esa categórica frase que prohíbe confirmar un secreto que no logra cruzar el estrecho: La transformación de la sociedad que volvemos a visitar es innegable.
Pasaron meses e, incluso, algún año para tener la distancia suficiente que exigen las normas de un objetivo contraste en una determinada situación.

Es cierto que, mucho o poco, las sociedades suelen empujar hacia adelante como un impulso natural, inherente a su ADN. Los aires de cambio no han cesado desde nuestra última partida, gracias al empeño de personas de referencia deseosos en cumplir con un plan estratégico real y práctico.

En los tiempos en los que hasta el saludo está economizado, “no vaya a ser que la efusividad desplome algún indicador y nos permita consumir menos que ayer”, se agradece un “salamalecum” (perdonen la incorrección lingüística de la expresión) que haga vibrar alguna cuerda de la guitarra de los sentimientos personales.

No hay nada medido al milímetro. Se vive y se deja vivir, o esa al menos la sensación percibida de nuevo por la expedición de reporteros desplazada a este lado del estrecho. El rencuentro con viejos amigos, convertidos en auténticas e indiscutibles referencias no hace más que insistir en que los motores de los cambios sociales siguen bien engrasados y carburados, a pesar de la discreta potencia de sus caballos.

Horizontes inundados por un estricto cumplimiento de los Derechos Humanos, la dignidad y la igualdad son el principal móvil de los ‘Perfiles del Estrecho’. Actores y acciones sociales, implicadas en mejorar las condiciones de vida y esquivar con eficacia los futuros problemas que frenen cualquier oportunidad de desarrollo, se convierten en los protagonistas de un regreso, nunca exento de numerosas novedades por retratar.

Además, la expedición pretende conocer algunos proyectos de cooperación al desarrollo, de muy diversa tipología, que formarán parte de la Red de Proyectos que Agareso persigue construir en esta realidad. Este tejido será el campo de trabajo de la visibilización para universitarios, matriculados en el Seminario de Xornalismo Social que este año se pondrá en marcha en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela.

“Bienvenidos a este lado del estrecho”.